jueves, 15 de septiembre de 2011

Blowing in the wind

Durante el insomnio ocasionado por cierto número de ilusos ajenos al malestar provocado a miles de personas y a un individuo en concreto, reflexiono sintiendo el roce de una brisa de aire que muchos no sentirán en su hastiada y enajenante vida, el calor de un rayo de sol a media mañana cegando almas paseantes, inspiro profundamente sin miedo, ese que tantos adolecen dia tras dia.

Me paseo, agobiada de tantas emociones, sin llegar a creer que otros no sientan de la misma manera que yo lo hago, frustrada por haberme tocado la irónica lotería de parar en este mundo, entre las infinitas posibilidades de realidad.

Suertuda yo, de haber nacido humana, más aún de poseer un gran número de neuronas espejo, las de la empatía, la consideración, la razón y las del amor.
Desgraciados ellos, por no saber compartir otra cosa que el odio y la miserable sensación de necesidad de provocar sufrimiento, reflejo único y absoluto de un alma en proceso de putrefacción acaecida de dar lo que se recibe y recibir inevitablemente lo que se da.

Mañana habrá más, víctimas de cuerpos vacíos, autómatas infieles a lo que deberia subseguir a lo humano, haciendo muestra de la carencia más acentuada de la definida gran y mejor especie capaz de someter al más inocente, falto de amor adolescente y desinteresado por las cosas por aquellos que poseen el único lenguaje de la predilección amorosa, aunque no se les pague con la misma moneda.

Me pregunto qué ha debido de ocurrir en este planeta perturbado para que cada dia con mayor vehemencia, el amor se convierta en una cualidad escasa de unos pocos, considerados locos, que aún creemos que el circuito que nos unía con lo que nos rodea, ausente de asfalto y algarabía, cortocircuitado, puede repararse de alguna manera.

La esperanza es lo último que se pierde y aunque sea en en el rincón más oscuro del corazón de cada uno, hay algo de inquietud cariñosa impaciente por hacer acto de presencia en este lugar tan mal repartido.
Vuelvo a suspirar, mañana será mejor.
Pienso, como decía Bob Dylan, que la respuesta está flotando en el aire e ineludiblemente, todos acabarán por encontrarla.

1 comentario:

  1. mientras exista alguien hablando de la esperanza significará que al menos un poquito nos queda, no la pierdas.. ;)

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